LA COMUNICACIÓN EN TIEMPOS DEL IPOD
…y otros reproductores de música
Antes, las personas se quejaban porque “se oía, pero no se escuchaba”. Ahora, la queja es que ya casi todos están “sordos”.
Y es que se ha vuelto común encontrarnos con muchísimas personas, ya sea en el colegio, en el trabajo, en la calle, en los autobuses, en el paradero, en la cola del banco, y en un sinfín de lugares, con los audífonos puestos escuchando su música favorita, en ocasiones, hasta “compartiendo sin querer” sus preferencias musicales con los demás.
En estos tiempos, días en que la frase la “música mueve al mundo” parece tener más fuerza que nunca, las relaciones sociales sufren cambios de manera vertiginosa… pero no siempre de manera positiva.
Uno se pregunta, ¿a qué se debe que hay tantas situaciones conflictivas en el mundo? Y una de las respuestas está en que los valores ya no se enseñan en los hogares. ¿Y cuál es la razón por la que los valores ya no se inculcan? Una de las razones está en que ya las familias no se están comunicando. ¿Y por qué no se comunican? Pues, ¿para qué? Si este mundo, promotor del materialismo y del individualismo, nos está enseñando que ahora, para ser mucho más “felices” nos basta un Ipod (o cualquier otro reproductor de música) para poder retraernos en nuestro muy personal “mundo”.
La comunicación, en tiempos del Ipod, se está deteriorando. Ya va siendo un cuadro común en las calles, en los automóviles o en los hogares, familias enteras donde cada uno tiene algún reproductor de música y escuchan sin “molestar” a los demás integrantes. Van decayendo las oportunidades de poder platicar, de compartir las experiencias entre cada uno de los hermanos y los padres; se prefiere la comida rápida, silenciosa, y si es posible, cada quien en su cuarto con su televisión o su música.
Nuevamente, llevados por la innovación tecnológica, conjugada por las estrategias mercadológicas, los seres humanos nos vemos “arrastrados” hacia un individualismo cada vez más creciente; un individualismo que promete volverte más feliz a través de conseguir logros y obtener más y más recursos económicos y/o materiales… Un individualismo que, sinceramente, nos ha llevado a quedarnos solos.
¿Cuántos de nosotros no tuvimos la oportunidad de compartir con la familia un disco (ya sea de LP o compacto), donde todos nos aprendíamos la letra y la cantábamos juntos? La tecnología surge para hacer más cómoda la vida del hombre, y siempre ésta debe estar al servicio del ser humano… nunca el ser humano al servicio de la tecnología.
Así que, hoy que tienes oportunidad: ¡platica con tu familia!

Edgardo Flores




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