Una imagen ya común en nuestra ciudad es la de Jorge Iravién caminado por distintos rumbos acompañado de uno o dos perros de distintas razas. La razón es que este vallisoletano se dedica al entrenamiento de mascotas para que puedan servir de compañía a sus dueños. “El entrenamiento dura de de dos a tres meses cuando son cachorros, pero si se trata de perros adultos puede ser más, tiempo”, agregó.
De acuerdo al experto en canes el entrenamiento es de una hora al día y el objetivo es que el “animalito” aprenda a caminar junto con su dueño, además de que obedezca las órdenes. También comentó que al perro no se le debe llamar por su nombre cuando se escapa o cuando se alborotan, ya que su instinto lo traduce como una aprobación de su conducta, es ecir, si está ladrando y le dices por su nombre que no ladre, lo entenderá como aprobación y seguirá ladrando”, afirmó.
Asimismo, cuando se entrena a un perro el dueño también tiene que participar activamente, ya que de lo contrario solamente obedecería las órdenes del entrenador y ese no es el objetivo.
Cabe señalar que este vallisoletano aprendió de forma autodidacta este arte de entrenar mascotas y cuenta ya con experiencia en cualquier raza, desde pequeñas hasta grandes. Por último, los precios que maneja para prestar sus servicios son demasiado accesibles que no lesiona el bolsillo de los dueños de estos hermosos animalitos que son más que una grata compañía.

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